Casi el 60% de los estudiantes cambian por lo menos una vez la carrera o dejan sus estudios. La asesoría previa de las universidades es incipiente y se especifica únicamente a escoger entre las diferentes ofertas educativas de la propia institución sin apoyar al joven en encontrar su vocación real. Y así los jóvenes escogen lo que recomiendan los padres, parientes o amigos, o lo que parece estar de moda en el momento, dándose cuenta después que esto no es para ellos.

Cuando los jóvenes se equivocan no sólo se frustran ellos, sino también la familia sufre una gran pérdida económica. Estudiar cuesta anualmente entre 10,000 y 18,000 Nuevos Soles sólo para la universidad. A esto se adiciona el costo de vida, transporte, materiales de estudio y costo de diversión de cada joven.

El coaching vocacional ayuda a evitar la pérdida de tiempo y dinero por falta de información y desorientación. Aporta a que el joven encuentre lo que realmente desea hacer. A través de una metodología sistemática, el joven desarrollará su propia meta profesional que realmente encaja con su vocación. El éxito personal y profesional del resto de su vida depende en gran medida de descubrir su vocación.

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